Por último, si se juntan sus cifras de puntos y rebotes con las de Devin Booker en su partido ante los Grizzlies suman 81 tantos y ocho rechaces, es decir, todo números que guardan algún tipo de relación con Bryant. Y aunque el adjetivo se utiliza tantas veces con ligereza, en este caso los números acuden para demostrar que Curry, sí, bordea la perfección. Desde el principio de temporada, desde el mismo pitido final del ‘lock-out’, siempre el nombre del español aparecía, a veces en solitario, a veces junto al de Lamar Odom, en la lista de candidatos. Eso sólo era el principio. Detalles, gestos, que explican porqué hoy este grupo sacado de la chistera de Danny Ainge el pasado verano está a tan sólo dos pasos de colocarse un anillo que en la ciudad de Massachusetts llevan décadas esperando. En este lugar se alcanzan marcas reconocidas, por esto se sienten las personas bien atraídas en comprar el modelo que tuvo éxito.
Sus 46 puntos ante los Timberwolves (116-129) certifican el pleno de victorias de los Warriors en este arranque de temporada. Pero por el draft los Warriors escogían a Anthony Randolph Ronny Turiaf y Kelenna Azubuike a. Además, desde Portland habían ‘boicoteado’ la operación al traspasar a Gerald Wallace a cambio de Mehmet Okur, Shane Williams y una opción en el próximo draft. Además, los Rockets accedieron a cambiar cromos, Dereck Fisher por el pívot Jordan Hill. Ambos, procedentes de los Cleveland Cavaliers, y Jordan Hill, que llega desde Houston, serán los nuevos compañeros de Pau Gasol. Se acabó angustia y, por fin, Pau Gasol puede respirar tranquilo. Y en todos esos rumores se implicaba a Pau Gasol.
El Staples Center se vino abajo tras un pase por la espalda del escolta que culminó Gasol con una penetración a aro pasado. Enlazó otro lanzamiento exterior y un robo de balón que acabó en una penetración sencilla del base Derek Fisher. El español ganó el salto inicial y tardó 2:33 minutos en anotar sus dos primeros puntos en el Staples Center con la camiseta dorada de los angelinos tras recibir una asistencia del base Derek Fisher. Šarić juega 81 partidos, promediando 13 puntos y 6 rebotes en 26 minutos. Jugó siete minutos en dos juegos de pretemporada con los Rockets, quienes ya contaban con Kyle Lowry, Goran Dragić y Jonny Flynn como bases con contratos garantizados.
Esta es su 13ª temporada en la NBA y, a pesar de las lesiones, sigue manteniendo el tipo en sus estadísticas, como si fuera un coche con gasolina diesel. A pesar sus espectaculares inicios, no fue elegido en el draft de 1987 y ha estado vagando por ligas menores domésticas y de medio planeta. Eddie House y Tony Allen no se sientan jamás en el banquillo, a pesar de estar totalmente marginados en la rotación de Doc Rivers. Pero el último triunfo, con 46 puntos suyos ante unos Timberwolves prometedores (llegaban con un balance positivo: 4-3), borra cualquier sospecha sobre el crecimiento de un chico que sólo una vez fue All-Star antes de alcanzar la cima.
Con la espada de Damocles sobre la cabeza, su rendimiento ha sido, cuando menos, errático, pero a partir de ahora, y más con Kobe Bryant sacando la cara por él, el anillo es el único objetivo. El déficit en el marcador disminuyó e incluso rozó la veintena de puntos debido en parte a que los Hawks apretaron las clavijas en defensa y, sobre todo, a la relajación de los locales. Michael’s University School, en Victoria, donde formó parte del equipo de baloncesto. El público vibraba. ‘Showtime’ en estado puro y al descanso un inapelable 73-37 de los Lakers, bueno para los aficionados locales, pésimo para el deporte del baloncesto de la NBA. El entrenador jefe Mike D’Antoni favorecía un estilo de baloncesto de ritmo vertiginoso, que requería de jugadores bajos y atléticos que tuvieran la capacidad de correr y tirar más rápido que el equipo contrario.